jueves, 14 de abril de 2011

Ejemplo de Parrafo Descriptivo

  1. Uno de los puntos que antes de mi partida se ofrecieron a mi vista fue Alange, pueblecillo situado a la falda de una colina y en una posición sumamente pintoresca; esta villa, que dista pocas leguas de Mérida, posee una antigüedad sumamente curiosa: un baño romano de forma circular y enteramente subterráneo, cuya agua nace allí mismo, y que se mantiene en el propio estado en que debía de estar en tiempo de los procónsules; recibe su luz de arriba, y los  habitantes, no menos instruidos en arqueología que los meridenses, le llaman también el «baño de los moros». La colocación de este baño hace presumir que los romanos debieron de conocer las virtudes de las aguas termales de Alange. En el día son todavía muy recomendadas, y hace pocos años se ha construido en el centro de un vergel espesísimo de naranjos, a la entrada de la población, una casa de baños, donde los enfermos, o las personas que se bañan por gusto, pueden permanecer alojados y asistidos decentemente durante la temporada. El agua sale caliente, pero no se nota en su sabor, ni en su olor, ninguna diferencia esencial del agua común. Los naturales me refirieron una de sus primeras virtudes populares. Los arroyos y pequeñas charcas que se forman en el país de las aguas llovedizas crían infinitas sanguijuelas, las cuales se introducen muchas veces en la boca de las caballerías y las desangran; en tales casos parece que con sólo llevar el animal, acometido mal su grado del régimen brusista, al manantial termal y hacerle beber del agua, los bichos sanguinarios sueltan la presa y dejan libre al paciente. En una nación donde hay tanta sanguijuela que, como la de Horacio, no se separa de su empleo, nisi plena cruoris, no parece inútil la publicación de este sencillo modo de hacerles soltar la presa. Sólo es de temer que no haya en todo Alange agua bastante para empezar. (Mariano José de Larra)

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